Intervención de México en la VI Cumbre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe celebrada en la Ciudad de México el 18 de septiembre de 2021.

Francisco Javier Chaín Revuelta

9/09/2021, Veracruz, Ver. – A las 7:58 de la mañana, el conductor de la VI Cumbre de la CELAC, Marcelo Ebrard Casaubon, Secretario de Relaciones Exteriores de México, abrió la sesión.

Marcelo Ebrard:  Señoras, señores, con su permiso señor presidente López Obrador, vamos a iniciar la sexta cumbre de jefas y jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños.

Les damos la más entusiasta y cálida bienvenida a los presidentes, primeros ministros, ministras y ministros de Relaciones Exteriores, a las personalidades que nos acompañan, representantes permanentes, organismos como la Unión Europea y por supuesto la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) y vamos a iniciar esta cumbre, con el mensaje de bienvenida, a cargo del presidente de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien le damos el uso de la palabra, señor presidente por favor.

Andrés Manuel López Obrador: Muy Buenos días, me da gusto encabezar esta reunión de la CELAC, celebró la presencia de Charles Michel, presidente de la Comisión Europea, de Alicia Bárcenas de la CEPAL y de presidentes, ministras, ministros, representantes diplomáticos de América Latina y el Caribe, amigas, amigos todos.

La CELAC, en estos tiempos, puede convertirse, en el principal instrumento, para consolidar, las relaciones entre nuestros países, de América Latina y el Caribe, y alcanzar el ideal de una integración económica con Estados Unidos y Canadá, en un marco de respeto a nuestras soberanías, es decir, conseguir en el continente americano, algo parecido a lo que fue, la comunidad económica que dio origen a la actual Unión europea.

Es nuestro sentir, que este ideal, puede convertirse en realidad, si pensamos y acordamos, sobre tres cuestiones básicas.

Uno: La no intervención y la autodeterminación de los pueblos, la cooperación para el desarrollo y la ayuda mutua para combatir la desigualdad y la discriminación, en el terreno político, podemos comprometernos a respetar las decisiones internas de los pueblos, y que ningún Gobierno, se arrogue la facultad de someter a otro país, bajo ningún motivo, causa o pretexto, o mediante la utilización de dinero, o la propaganda, las sanciones económicas, o diplomáticas, o el uso de la fuerza, que las controversias, sobre democracia y derechos humanos, se diriman, a petición de las partes, en instancias verdaderamente neutrales, creadas por los países de América y que la última palabra la tengan las agencias especializadas de la Organización de las Naciones Unidas.

Dos: En cuanto a lo económico y comercial, propongo que junto con Estados Unidos y Canadá, construyamos un acuerdo y firmemos un tratado para fortalecer el mercado interno, que nuestro continente, que en la actualidad es deficitario en la relación con Europa y sobre todo con respecto a Asia, tengamos presente que en América contamos con apenas el 24% de la población de Asia, sin embargo, consumimos el 20% más que en aquel continente, es decir, el consumo per cápita de América es de 23 mil 347 dólares anuales, mientras en Asia es de 4,716 dólares, aunque esta proporción se ha venido reduciendo, ante el estancamiento productivo en América y el impulso fabril y comercial  de los países de Asia, la propuesta es sencilla, se trata de reactivar pronto la economía en nuestro continente, para producir en América lo que consumimos, las ventajas son muchas, entre otras contamos con fuerza de trabajo joven y creativa, hay buen desarrollo tecnológico, somos un continente rico en recursos naturales, con una amplia diversidad cultural, la distancia entre nuestros países nos permiten ahorrar en fletes, y reitero, existe suficiente demanda de mercancías en nuestros mercados, sólo se requiere hacer una planeación conjunta, con la participación de organismos, como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (la CEPAL) el Banco Interamericano de Desarrollo, el BID,  y otros, y pedir  a estas instituciones, la elaboración de un plan, con el objetivo superior de promover la comunidad económica.

Tres: Por último, esta  integración productiva, con dimensión social, debe contar con el componente de inversión para el bienestar de todos los pueblos de América, bajo el criterio de que el progreso sin  justicia es retroceso, se trata de ir hacia la modernidad, pero forjada desde abajo y para todos, recordemos que el 13/03/1961 el presidente John F Kennedy da a conocer, en la Casa Blanca, ante embajadores de América Latina y el Caribe, el plan conocido como Alianza para el Progreso 1961 – 1969, eran tiempos de la guerra fría, y se excluyó a Cuba y a la República Dominicana, pero aún con esa falla, el presidente Kennedy reconoció, en su discurso, que en América Latina, millones de hombres y mujeres, sufren a diario la degradación del hambre y la pobreza, son millones los desprovistos de albergue adecuado y de protección contra la enfermedad, y sus hijos, carecen de la instrucción o el empleo que les permita mejorar su vida y cada día el problema reviste mayor urgencia, en ese entonces, Estados Unidos invirtió en 10 años, 10,000 millones de dólares, que a los precios de hoy, serían 82,000 millones de dólares en beneficio de los pueblos de América Latina y el Caribe, esa cantidad fue menor, a lo destinado a Europa, en el plan Marshall, 13,300 millones de dólares de 1948 a 1951, que a los precios de hoy, serían 140,600 millones de dólares, sin embargo, en ese entonces, lo destinado a América Latina y el Caribe, ha sido lo único importante que se ha hecho en materia de cooperación para el desarrollo en nuestro continente, más de medio siglo.

Pienso pues que es el momento de terminar con el letargo y plantear una nueva y vigorosa relación entre los pueblos de América, me parece que es tiempo de sustituir la política de bloqueos y de malos tratos, por la opción de respetarnos, caminar juntos y asociarnos por el bien de América, sin vulnerar nuestras soberanías, acaso no tendrá el presidente Biden el apoyo del Congreso de Estados Unidos para destinar recursos en beneficio de los pueblos de nuestra América y reducir la desigualdad y la violencia en la región, causas principales de desasosiegos sociales y de flujos migratorios, imaginemos, por ejemplo, el gesto de buena voluntad que significaría otorgar vacunas a la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, que no han podido proteger a sus pueblos frente al Covic por falta de recursos económicos, estoy seguro que el presidente Joe Biden y su vicepresidenta Kamala Harris, así como el primer ministro de Canadá Justin Trudeau estarán atentos a las propuestas de consenso que logremos establecer en este foro, para actuar en bien de nuestros respetables pueblos, bienvenidos muchas gracias.

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